La piel del rostro con el paso de los años, se adelgaza y se torna más sensible a los agentes externos irritantes como sol el humo, la contaminación, la exposición reiterada al sol, y más aún cuando es en horas no recomendadas y sin protección o factor solar, el tabaco y la mala alimentación. Es por eso que debe tener un mayor cuidado y especial con respecto a la piel del resto del cuerpo y no se debería usar la misma crema que usamos para el cuerpo en el rostro. Lo ideal sería realizar ciertos cuidados básicos a los que todas podemos acceder a fin de tener una piel joven, luminosa, suave, con la menor cantidad de arrugas posibles y previniendo las líneas de expresión de aparición prematura. Sigue…