RAZONES POR LAS QUE NO DEBES DE DORMIR CON TU MASCOTA

Michelle Borrow, acudió al ginecólogo porque tenía fuertes dolores en su zona íntima. Acudió al especialista para saber el motivo de su dolor; sin embargo, nunca imaginó que su gato sería el culpable de esto.

El ginecólogo no le quitó un tampón ni una toalla sanitaria de la vagina; lo que sacó fue una bola de pelo. Michelle no entendía cómo llegó eso allí; sin embargo, después de observarlo detenidamente; ella pudo concluir que ese pelo no era de ella, sino de su gato. SIGUE…

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